En el mundo del skincare natural, pocos ingredientes ofrecen la riqueza, historia y eficacia de la rosa silvestre, en particular la rosa damascena. Reverenciada durante siglos, esta flor proporciona una gran cantidad de beneficios que van más allá de su delicada fragancia. En Jevie, nos inspiramos en antiguas tradiciones y en la potencia natural de las rosas silvestres, incorporando sus cualidades atemporales en nuestras formulaciones para ofrecerte un cuidado de la piel 100% natural que nutre, protege y revitaliza tu piel.
Raíces históricas del aceite de rosa en los rituales de belleza
El uso del aceite de rosa en el cuidado de la piel es tan legendario como lujoso. Históricamente, el aceite de rosa fue utilizado por íconos como Cleopatra, quien lo prefería por sus cualidades regenerativas y calmantes. Su viaje desde los jardines de Oriente Medio hasta las cortes de Europa en el siglo XVI lo convirtió en un elemento esencial de lujo, especialmente para quienes buscaban una piel más joven y radiante. A lo largo de los siglos, el aceite de rosa ha sido reconocido por su habilidad única para cuidar tanto la piel como el espíritu, convirtiéndose en un símbolo de belleza y sanación.
En Jevie, abrazamos esta filosofía con total dedicación. Seleccionamos plantas silvestres en su punto máximo de potencia, asegurándonos de que cada planta aporte sus cualidades más terapéuticas a nuestras formulaciones. Nuestros métodos de extracción están diseñados para conservar estos beneficios, resultando en un cuidado de la piel tan puro y potente como la naturaleza lo pretende.
La rosa damascena es conocida por su alta concentración de antioxidantes, agentes antiinflamatorios y compuestos nutritivos, que ofrecen una variedad de beneficios para la piel:
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Hidratación: El aceite de rosa silvestre es un emoliente natural que penetra profundamente para hidratar y equilibrar los niveles de humedad, ideal para pieles propensas a la sequedad o deshidratación. Retiene la hidratación sin obstruir los poros, dejando la piel suave y rellena.
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Efectos anti-inflamatorios y calmantes: El aceite de rosa es conocido por sus propiedades antiinflamatorias, aliviando la irritación y el enrojecimiento. Esto lo hace especialmente valioso para pieles sensibles o condiciones como el acné y la rosácea, calmando la inflamación mientras apoya los procesos de curación natural de la piel.
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Soporte antienvejecimiento rico en antioxidantes: Cargado de vitaminas C y E, el aceite de rosa protege la piel contra el daño de los radicales libres, una de las principales causas del envejecimiento prematuro. Su uso regular puede mejorar la elasticidad de la piel, reducir la aparición de líneas finas y contribuir a una piel más firme y joven.
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Propiedades Antibacterianas para una piel más clara: Para quienes tienen piel propensa al acné, el aceite de rosa ofrece beneficios antibacterianos que pueden inhibir el crecimiento de bacterias causantes de acné, conduciendo a menos brotes y a una tez más clara y radiante con el tiempo.