¿Qué pequeños rituales puedes incorporar a tu rutina de mañana para empezar el día con calma y equilibrio?
Una mañana tranquila sienta las bases para el resto del día. Muchas veces, nos despertamos y nos lanzamos de lleno al ritmo del día: miramos el móvil, salimos corriendo al trabajo o nos apresuramos sin parar. Pero regalarnos un inicio pausado influye en cómo gestionamos el estrés y activa el sistema nervioso parasimpático, que ayuda al cuerpo a recuperarse mejor y a reducir hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina.
Algunos rituales sencillos:
- Un momento de silencio: Tómate unos minutos antes de que el mundo despierte. Siéntate cerca de una ventana, observa el clima, la luz, escucha los primeros sonidos del día. Esto ayuda al cerebro a conectar con la calma y la concentración. A esto yo lo llamo no hacer nada. Es una virtud poco común en nuestra sociedad: simplemente estar, sin rendir ni hacer.
- Respiración consciente: La respiración influye directamente en el cerebro a través del nervio vago, que regula el sistema nervioso parasimpático. Prueba inhalar por la nariz durante cuatro segundos, sostener por cuatro, y exhalar lentamente por seis. Siempre funciona.
- Movimiento suave: Un poco de yoga o estiramientos suaves indica al cerebro que el cuerpo está a salvo y listo para comenzar el día. Yo me enfoco en la espalda, moviéndola en todas direcciones con suavidad, mientras respiro de forma tranquila.
- Marca una intención para el día: Tómate un minuto para pensar qué quieres invitar hoy a tu vida—calma, gratitud, enfoque… Escríbelo para reforzar la conexión entre tus pensamientos y el sistema de recompensa del cerebro.