
Maneras Naturales de Mejorar tu Inmunidad y Estado de Ánimo
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En el mundo acelerado de hoy, la naturaleza es un refugio para la mente y el cuerpo. Tomarse un momento para salir y conectar con el entorno natural ayuda a restaurar el equilibrio, reducir el estrés y mejorar el bienestar. En nuestra entrevista con Magnus Fridh, profesor de yoga y meditación, exploramos el poder sanador de la naturaleza, desde calmar el sistema nervioso hasta ayudarnos a reconectar con nuestro verdadero ser.
La naturaleza significa muchísimo para mí. Crecí en el campo y siempre me ha dado una sensación de hogar. Gran parte de ello tiene que ver con los olores y sonidos: el viento moviendo las hojas, el canto de los pájaros y el aroma del musgo húmedo. Mi madre me enseñó desde pequeño sobre la vida de las plantas y los animales, lo que me hizo sentir seguro en el bosque. Me encanta tanto la penumbra de los densos bosques de pinos como la rudeza del bosque mixto a lo largo de la costa.
La quietud de la naturaleza siempre ha sido como un remedio para mi inquietud; en el bosque me siento enraizado, presente y con los sentidos despiertos. Cuando era niño, el bosque comenzaba justo al borde de nuestra casa, y pasaba horas allí, jugando y explorando. Creo que la calma física y mental que experimento en la naturaleza tiene que ver con la activación del sistema nervioso parasimpático, que ayuda al cuerpo a recuperarse del estrés y a estabilizar el ritmo cardíaco.
Tengo varios lugares favoritos en Blekinge (Suecia), donde crecí, pero uno de los más importantes es el archipiélago. Cuando era joven, solía salir solo a pescar, y me siento extremadamente tranquilo y seguro en el archipiélago de mi infancia. No importa si hace viento o hay tormenta, siempre me siento seguro en esos lugares. Hay algo en el movimiento del agua y en el paisaje abierto que hace que todo el estrés y la tensión se deslicen y desaparezcan.
Para mí, la quietud es una manera de estar presente y encontrar equilibrio. En una época donde todo va a toda prisa, donde las distracciones y las impresiones demandan constantemente nuestra atención, la quietud se convierte en un contrapeso: un lugar donde puedo aterrizar, escuchar hacia adentro y encontrar claridad. La quietud no se trata solo de descanso físico, sino también de silencio interior, una oportunidad para dejar que los pensamientos se desvanezcan y la mente se calme.
La investigación muestra que el ruido, especialmente el de las ciudades y el tráfico, puede elevar los niveles de cortisol y generar un estrés constante de bajo nivel en el cuerpo. Esto puede afectar tanto al corazón como al sistema nervioso. Al pasar tiempo regularmente en la naturaleza, le damos a nuestro cerebro y cuerpo un descanso de la estimulación constante, lo que nos ayuda a regular el ritmo cardíaco y regresar a un estado parasimpático, donde el cuerpo puede repararse y recuperarse. Puede ser tan sencillo como visitar un parque en la ciudad un par de veces por semana. Quizás tomes un pequeño desvío para encontrarlo de forma natural.
En un mundo donde estamos constantemente expuestos a impresiones y estrés, la naturaleza puede convertirse en un lugar de recuperación, quietud y presencia. Personalmente, he experimentado cómo el bosque me da un respiro del ritmo acelerado de la vida moderna, un lugar donde puedo desacelerar, escuchar el viento entre los árboles y dejar que mis sentidos descansen de todas las demandas digitales y sociales.
Estudios han demostrado que pasar tiempo en la naturaleza puede reducir la presión arterial y disminuir los niveles de estrés al estimular el nervio vago, lo que contribuye a una sensación de calma y bienestar. Simplemente caminar descalzo sobre la hierba o respirar los aromas del bosque puede ayudar al cuerpo a activar su sistema de calma y descanso, y aumentar la variabilidad de la frecuencia cardíaca, lo que es señal de que el sistema nervioso está equilibrado.
Mi consejo es sencillo: crea pequeños momentos de quietud. Cuando desaceleramos y escuchamos hacia adentro, se activa el sistema nervioso parasimpático, la parte de nuestro sistema nervioso que ayuda al cuerpo a recuperarse y pasar del estado de lucha o huida al de calma y descanso. Sentarse en silencio junto a un árbol, escuchar el movimiento del viento entre las hojas o caminar descalzo sobre la hierba es más que una pausa mental: es una manera de calmar todo nuestro sistema, generando un cambio físico que reduce el estrés y fortalece nuestro bienestar. Al hacer esto, naturalmente comenzamos a vivir más en armonía con la naturaleza y con nosotros mismos.
Si quieres aprender más sobre cómo encontrar calma en el mundo ajetreado de hoy, Magnus Fridh ha escrito El Arte de la Quietud en un Mundo Agitado. En su libro, explora cómo desacelerar y abrazar la quietud en medio del caos de la vida puede ayudarnos a estar más presentes y recuperar el equilibrio. Aprende cómo callar el ruido y hacer espacio para lo realmente importante.
Para inspiración diaria sobre mindfulness, meditación y vivir en armonía con la naturaleza, sigue a Magnus en Instagram. Únete a su viaje hacia la paz y la presencia en un mundo que nunca deja de moverse.
Imágenes: Emma Tüll
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